- El Torneo de las Naciones de Buenos Aires de 1939 es un evento icónico para el mundo del ajedrez
- Capablanca y Alekhine, las mayores atracciones del campeonato, alcanzaron las medallas de oro y plata en el primer tablero; mientras que sus equipos de Cuba y rancia, se clasiicaron en los puestos 11 y 10, respectivamente
- Antes, durante y después de la celebración del Torneo, el aspecto político incidió tanto en los aspectos organizativos como técnicos; sin embargo, líderes como Grau y De Muro, con respaldo de la FADA y os ajedrecistas argentinos, llevaron adelante este desafío: la primera olimpiada de aedrez celebrada fuera de territorio europeo y en tiempos de guerra.
Entre otras, porque allí:
- Coincidieron de nuevo los campeones mundiales Capablanca (CUB) y Alekhine (FRA)
- Se desarrolló en medio de un ambiente políticamente muy difícil por coincidir con el inicio de la II Guerra Mundial, luego que tropas hitlerianas invadieran Polonia mediante una operación “relámpago” o blitzkrieg, llamada “Caso Blanco”, con el objeto de anexarse el territorio polaco. Operación técnica que derrumbó en pocos días la defensa y república polaca
- Casualmente, Alemania y Polonia compartieron el podio con oro y plata respectivamente
- Varios jugadores, entre ellos Eliskases, Najdor, Ståhlberg, Frydman. Pelikán, Skalička, Endzelīns, Luckis y Vaitonis entre otros, quienes posteriormente generaron glorias en Argentina y escuela en Suramérica, decidieron no volver a Europa, etc.
- El presidente de la FADA, Augusto De Muro, fue elegido presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE); primer y único americano en acceder a tan alto cargo
- Buenos Aires, primear ciudad americana en organizar un evento de esta naturaleza, fue designada sede de la FIDE
El evento estuvo organizado por la Comisión Organizadora de la Federación Argentina de Ajedrez (FADA), con su delegado Roberto Grau signatario del acta de fundación de la FIDE y con su presidente Augusto De Muro coordinando los aspectos gerenciales del mismo, del XVI Congreso de la FIDE y del Campeonato Mundial Femenino.
Es importante señalar, algunas de las vicisitudes por las que los dirigentes de la FADA debieron transitar para que este Torneo de las Naciones pudiera celebrarse en tierras argentinas. Para ello, nada mejor que escuchar al gran maestro e historiador Juan Sebastián Morgado, quien en su excelente obra “El Impresionante Torneo de Ajedrez de las Naciones 1939” nos revela:
El 26 de abril el diario La Prensa da la “¡noticia bomba: se cancela el Torneo de las Naciones!”
Por falta de fondos no se realizará el TN. Tendrá el fracaso una repercusión muy desfavorable. El TN corre serio riesgo de fracasar. Razones de índole económica han venido a entorpecer su realización; más aún, a poner a la FADA en la afligente situación de comunicar a la FIDE y a las asociaciones, que en número de cuarenta se aprestaban a concurrir, la imposibilidad de que se juegue en Buenos Aires el magno torneo. En una extensa comunicación, la FADA detalla los trámites efectuados para lograr el consentimiento de la FIDE, gestión que llegó a verse coronada por el buen éxito debido al empeño puesto por los delegados que concurrieron al Congreso de 1937, al cual llevaron la palabra formal del entonces presidente Agustín P. Justo, en el sentido de que contaría nuestra federación con la ayuda del gobierno para su organización. Así ocurrió, en verdad, pues en el presupuesto de gastos del año anterior fue incluida una partida de $ 150.000 destinada a contribuir a sufragar una parte de los gastos, que ascienden a $ 360.000 que demandará la organización del certamen. El saldo restante de $ 210.000 debía ser logrado por la FADA.
En forma totalmente injustificada y vergonzosa, el ministro Jorge Coll decide que no desembolsará el subsidio aprobado por el Congreso, “debido a que hay otras prioridades”. Esta disposición cayó como un balde de agua fría entre los organizadores, que ya tenían confirmados a 45 equipos. En un primer momento los dirigentes de la FADA pensaron en cancelar el certamen, pero luego, estimulados por Roberto Grau, decidieron seguir adelante. Para conseguir los fondos necesarios, recurrieron a una campaña nacional de donaciones. Él mismo se ofreció a viajar desde el norte hasta el sur del país, ofreciendo exhibiciones de simultáneas y conferencias a beneficio de la Comisión Organizadora. Se formaron numerosos grupos en todo el país, que se llamaron “Comisiones de Honor”, que se encargaron de reunir aportes y luego girarlos a las cuentas de la FADA. De esa manera algo heroica se pudo relanzar el certamen, aunque en el camino se perdieron 18 de los 45 representativos.
El impresionante Torneo de Ajedrez de las Naciones 1939
Por cierto, que los resultados del maestro Grau como primer tablero del seleccionado argentino, no fueron los esperados al acumular solo un 30% de los puntos disputados y sin victorias en la fase final del torneo. En buena parte, debido al gran desgaste sufrido durante el proceso de búsqueda de recursos para salvar el evento y sus actividades como organizador y periodista, cubriendo distintos aspectos del mismo.
El aspecto técnico: un suizo con fase eliminatoria y final
De tal forma que el evento inició su marcha teniendo en la dirección técnica al doctor Joaquín Gómez Masía (ARG); técnico que confirmó la participación de 133 ajedrecistas en representación de 27 naciones; aunque originalmente habían confirmado 45.
En cuanto a Checoslovaquia, el Comité Organizador le permitió jugar como equipo independiente bajo el nombre de "Protectorado de Bohemia-Moravia" y la bandera checa.
Entre las ausentes estaba Estados Unidos, quien había dominado ampliamente las cuatro ediciones anteriores, pero como los miembros de su selección exigían una compensación extra de 2.500 y la USCF solo les garantizaba 1.500 dólares extras, entonces se negaron a participar. Igualmente, por razones de limitaciones económica, la distancia Y problemas con los visados, los fuertes seleccionados de Hungría y Yugoslavia tampoco participaron.
A pesar de los inconvenientes, los equipos europeos vinieron en el vapor “Priapolis” el cual tomó más de tres semanas en atravesar el Atlántico. Otras naciones decidieron no participar por lo largo del viaje y la situación de pre guerra que se avizoraba en el continente.
Los conjuntos asistentes jugaron 928 de las 1012 partidas proyectadas. Cada equipo se presentaba con 4 titulares para jugar un round robin, con una fase preliminar y una final, si pasaba dentro de los cuatro equipos clasificados de la ronda anterior. Sin embargo, los puntos de la fase preliminar no se trasladaban a la final.
El sistema de desempate utilizado era:1. Puntos obtenidos en cada match y 2.FF Match points. Respecto al control de tiempo, lo desconocemos.
Ahora bien. Después de que los cuatro primeros de cada grupo clasificaban a la final y el resto de los equipos competía por la “Copa Argentina”, un trofeo de plata donado por el presidente de la república Roberto Ortiz.
Resultados por Equipos
Final “A”
Nro. Equipo pts. + = -
1. Alemania 36 9 5 0
2. Polonia 35½ 7 5 2
3. Estonia 33½ 7 3 4
4. Suecia 33 7 2 5
5. Argentina 32½ 9 1 4
6. Protectorado de Bohemia-Moravia
32 8 3 3
7. Latvia 31½ 9 2 3
8. Países Bajos 30½ 6 5 3
9. Palestina 26 4 5 5
10. Francia 24½ 1 7 6
11. Cuba 22½ 4 2 8
12. Lituania 22 3 4 7
13. Chile 22 3 2 9
14. Brasil 21 2 2 10
15. Dinamarca 17½ 2 0 12
-- Inglaterra Retirado
Final “B”
Nro. Equipo pts. + = -
16. Islandia 28 8 2 0
17. Canadá 28 7 2 1
18. Noruega 27 6 2 2
19. Uruguay 26 6 2 2
20. Bulgaria 25½ 7 0 3
21. Ecuador 21 5 1 4
22. Guatemala 15½ 4 1 5
23. Irlanda 15½ 2 1 7
24. Perú 14 2 2 6
25. Bolivia 10 1 1 8
26. Paraguay 9½ 0 0 10
Premiación por Equipos
Medalla País Pts. Equipo
Oro Alemania 36 Eliskases, Michel, Engels, Becker, Reinhardt
Plata Polonia 35½ Tartakower, Najdorf, Frydman, Regedziński, Sulik
Bronce Estonia 33½ Keres, Raud, Schmidt, Friedemann, Tüm
Premiación por Tablero
Primer tablero
Medalla Jugador País Pts. Partidas
Oro José Raúl Capablanca Cuba 8½ 11
Plata Alexander Alekhine Francia 7½ 10
Bronce Vladimirs Petrovs Letonia 9½ 13
Segundo tablero
Medalla Jugador País Pts. Partidas
Oro Mieczysław Najdorf Polonia 9 12
Plata Heinz Foerder Palestina 7½ 10
Bronce Erik Lundin Suecia 8½ 13
Tercer tablero
Medalla Jugador País Pts. Partidas
Oro Ludwig Engels Alemania 9½ 11
Plata Paulin Frydman Polonia 9 12
Bronce Jacobo Bolbochán Argentina 9½ 13
Cuarto tablero
Medalla Jugador País Pts. Partidas
Oro Gunnar Friedemann Estonia 10 13
Plata Lodewijk Prins Países Bajos 7½ 11
Bronce Teodor Regedziński Polonia 6 10
Suplente / Reserva
Medalla Jugador País Pts. Partidas
Oro Isaías Pleci Argentina 9½ 13
Plata František Zíta Checoslov. 7½ 11
Bronce Enrique Reed Valenzuela Chile 7½ 12
Lo sucedido en el Congreso FIDE
Tal y como decíamos antes, en paralelo al Torneo, se desarrolló el XVI Congreso de la FIDE; evento en el cual fue nombrado Augusto De Muro como presidente FIDE en sustitución de Alexander Rueb y Argentina como sede de la misma por los Países Bajos.
Pero dejemos que sean los maestros argentinos Sergio Ernesto Neri y Juan Sebastián Morgado quienes nos aproximen a un tema que actualmente se encuentra en plena discusión en el seno de la Comisión de Historia de la FIDE:
Más allá de los valores olímpicos, se producirán otras dos presencias relumbrantes de quienes permanecerán en las tierras visitadas. Por un lado, la alemana Sonja Graf quien, repudiada en su país por su prédica antigubernamental, jugó el campeonato mundial femenino en Buenos Aires “bajo la bandera de la libertad”; y por el otro, la del escritor polaco Witold Gombrowicz, quien había llegado al sur en visita literaria, cuya extraordinaria novela Ferdydurke será luego traducida al castellano en un trabajo colectivo que emprenderán varios escritores cubanos y argentinos en el Café Rex, que contaba con… ¡una sala de ajedrez que habrá de ser dirigida, tras quedarse también en el país, por su compatriota Paulino Frydman!
Junto al Torneo de las Naciones se realizó el XVI Congreso de la FIDE, en el que se reunieron los delegados de los países, donde algo inesperadamente se adoptó una trascendente e inédita decisión. En efecto, en su cuarta sesión, realizada el 18 de septiembre de 1939, se acordó trasladar transitoriamente la sede de la FIDE a Buenos Aires (desde La Haya). Asimismo, se resolvió nombrar “Presidente efectivo” de la entidad al titular de la Federación Argentina de Ajedrez, Augusto De Muro, con mandato hasta el próximo Congreso Internacional. Como reconocimiento, y tal vez para lograr su aquiescencia, se designa al saliente Alexander Rueb como Presidente Honorario.
Las propuestas referidas fueron formuladas por el Dr. Luis Oscar Boettner, representante de Paraguay,2 haciéndolo en nombre de la Federación de su país y expresando la voluntad de Uruguay, Bolivia, Ecuador, Chile, Perú, Costa Rica3 y Guatemala; las que no recibieron rechazo alguno y se decidieron: “…en virtud del estado de guerra existente en Europa, la imposibilidad de prever la duración del mismo y, teniendo en cuenta que la sede de la FIDE se halla actualmente en Holanda, foco del conflicto europeo…”. En los países americanos había cierta clarividencia sobre lo que sobrevendría.
“El día en que la FIDE se muda provisoriamente a Buenos Aires”
Finalmente, y debido a que el Torneo de las Naciones de Buenos Aires de
1939 es un evento icónico para el mundo del ajedrez, la junta directiva del “Salón de la Fama del Ajedrez de América” le ha elegido en la edición 2021 –junto a la XVII Olimpiada de Ajedrez de La Habana 1966- como el Evento Ajedrecístico más sobresaliente de la historia del ajedrez americano.
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