¿Por qué enseño ajedrez? (II)

por Uvencio Blanco Hernández
04/10/2022 – Hace ya siete meses que los cerebros del Kremlin se prometieron -con las manos juntitas y en el pecho- que desarrollarían una guerra tipo blitz; esto es, relámpago contra su vecina Ucrania. Pues, por las terribles estadísticas de las que se disponen (no siempre confiables), los efectos de dicha intervención están siendo catastróficos y están afectando a la aldea globalArtículo por Dr. Uvencio Blanco | Foto: Deutsche Schachjugend (Juventud Alemana de Ajedrez)

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Perfil del solucionador de problemas

La habilidad para resolver problemas es una de las características del pensamiento humano; un crucial componente de nuestra mente. Esa habilidad nos facilita estar atentos a redes y medios de comunicación que permanentemente reportan de los cambios que están suscitándose en nuestro planeta. Por esas vías nos llega información relativa a que nuestras tierras y mares se están transformando drásticamente como resultado de la contaminación por plásticos, la carbonización de la atmósfera, y su posterior efecto invernadero.

En general, los solucionadores de problemas, formados o no en el ajedrez, son buenos pensadores críticos. Tienden a no emocionarse cuando se enfrentan a un problema; los perciben como desafíos y experiencias de vida y tratan de estar por encima de ellos, de manera objetiva. De allí que los solucionadores de problemas presentan algunas características comunes. Por ejemplo, tienen una “actitud” positiva ante el problema, analizan y redefinen el problema., tienen un sistema o método de abordaje, evitan la trampa de la experiencia, consideran cada posición como si fuera propia, reconocen que el conflicto suele ser un requisito previo para la solución y escuchan su intuición.

Enseñanza del ajedrez y generación de solucionadores de problemas

Por su parte, el ajedrez en tanto actividad múltiple, implica un constante planteamiento e intento de solución de problemas. Es por ello, que su estudio y práctica sistemática, pudiera satisfacer parcialmente tal requerimiento social. Esto implica que,

Uno de los fines de la enseñanza del ajedrez en las escuelas, es estimular el aprendizaje orientado a la resolución de problemas o escenarios de incertidumbre, a fin de brindar la oportunidad de analizar, evaluar y proponer alternativas de solución a situaciones problemáticas de la vida diaria.

Algunas investigaciones realizadas en ambientes educativos en las que se establecen conexiones entre las variables pensamiento crítico y resolución de problemas han dado resultados alentadores. En su disertación doctoral Rodrigues (2001) “El desarrollo del pensamiento crítico como estrategia promotora de mejores solucionadores de problemas en ciencias” aborda específicamente las siguientes preguntas:

¿Un buen solucionador de problemas no es después de todo un individuo que tiene sus habilidades de Pensamiento Crítico bien desarrolladas?

¿No están las estrategias de pensamiento crítico también promoviendo a los estudiantes para que se conviertan en mejores solucionadores de problemas en la ciencia?

En su estudio con jóvenes cursantes de educación media, consiguió que los resultados en el grupo experimental apuntaron a ganancias estadísticamente significativas para el nivel de Pensamiento Crítico, inducción, deducción y suposiciones. Mientras que, en el grupo de control, no hubo ganancias estadísticamente significativas, ni para el nivel ni para los aspectos de pensamiento crítico.

También se verificó que, en términos del producto, el nivel de Pensamiento Crítico, Inducción y Deducción son predictores en el sentido positivo del éxito de los estudiantes en la Resolución de Problemas.

También parece tener influencia en la resolución de problemas las concepciones alternativas de estudiantes y profesores, así como las relaciones de poder y control de la modalidad de práctica pedagógica. Las implicaciones para la educación científica, la formación docente y la investigación se ponen a prueba como resultado de estos resultados.

¿A qué tipo de problemas nos referimos?

Estamos viviendo un momento histórico de gran dificultad donde el cambio y la incertidumbre llevan la delantera. Ocurre que la pandemia, las guerras y sus perpetradores, han colocado al mundo al borde de un peligroso precipicio y sin alternativas que nos permitan ser auspiciosos.

Hace ya siete meses que los cerebros del Kremlin se prometieron -con las manos juntitas y en el pecho- que desarrollarían una guerra tipo blitz; esto es, relámpago contra su vecina Ucrania. Pues, por las terribles estadísticas de las que se disponen (no siempre confiables), los efectos de dicha intervención están siendo catastróficos y están afectando a la aldea global.

Aunque se estima que ambos bandos han perdido unos 40 mil hombres; del lado invadido, Ucrania, cerca de 135.000 edificaciones han sido destruidos total o parcialmente; casi 25.000 kilómetros de caminos están dañados y más de 13 millones de personas desplazadas. Ucrania ha perdido el control de más del 20% de su territorio y la reconstrucción podría costarle más 200.000 millones de dólares; cifra impagable aún con el estado de la economía actual.

Evidentemente que esta situación ha impactado negativamente en el resto del mundo. Los efectos de esta absurda guerra se dejan sentir en las gasolineras y en las facturas de la calefacción y en el precio de los cereales; rubros en constante crecimiento en sus precios.

Si a este escenario le sumamos los nuevos brotes de COVID-19 y sus variantes o mutaciones, los efectos del cambio climático y la falta de seriedad en el control de la carbonización de la atmósfera, entonces las consecuencias integradas pondrán en peligro a nuestra civilización.

¿Qué estamos observando y percibiendo en nuestro entorno?

Uno de los más graves problemas que enfrenta la presente generación, es el relativo al déficit de agua en nuestros campos y ciudades. El Banco Mundial ha expresado gran preocupación sobre este delcado tema y ha comunicado que:

El agua es un derecho humano básico, pero es también un recurso finito. La escasez hídrica es un problema cada vez mayor: 1 de cada 4 personas vive en zonas donde no hay suficiente agua. La crisis mundial del agua socava nuestra capacidad para producir alimentos, proteger los medios de subsistencia y crear economías sólidas. Esta crisis se está acelerando, y se prevé que la demanda de agua superará el suministro en un 40 % (i) para 2030. Los grupos pobres y vulnerables se verán afectados de manera desproporcionada, lo que redundará en una mayor desigualdad. La necesidad de una gestión eficaz y colaborativa del agua no hará más que aumentar a medida que los efectos del cambio climático incrementen la presión sobre los recursos mundiales.

Banco Mundial, Blog 26.08.2022

Más adelante agrega que para lograr un mundo con seguridad hídrica para todos se requieren medidas de política e inversiones audaces a todos los niveles. Esto comienza con la comprensión de cómo valoramos y gestionamos este recurso escaso: el tema de la Semana Mundial del Agua (i) de este año, la principal conferencia sobre cuestiones globales relativas al agua, que tendrá lugar del 23 de agosto al 1 de septiembre en Estocolmo (Suecia).

Como bien público, el agua se subestima, se le asigna un precio insuficiente y, a menudo, se gestiona mal, y se necesitan inversiones más adecuadas.  El modo en que valoramos el agua se refleja en las políticas de gestión de los recursos hídricos de los Gobiernos. Dado que el agua es un elemento central del desarrollo, es fundamental que las políticas representen diversas perspectivas. Las reformas fiscales y de gobernanza bien diseñadas, junto con instituciones autónomas y responsables, son cruciales para mejorar la gestión de los recursos hídricos.

En esta misma línea, Summers (2008) ya nos alertaba sobre un conjunto de situaciones que ahora están poniendo en peligro a la humanidad toda y su sobrevivencia. Al respecto nos informa que:

  • El mundo se hace cada día más cálido y pequeño.
  • Se está generando una gran pérdida en la producción de alimentos.
  • Las cadenas de producción y distribución de energía, alimentos y medicinas   se ha debilitado peligrosamente.
  • El agua dulce es cada vez más difícil de obtener.
  • En muchas partes del mundo, se incrementa la escasez de recursos hídricos para la población y el cultivo.
  • Se incrementa el riesgo de nuevos e inimaginables conflictos por agua, territorios cultivables y otros recursos.
  • Grandes inundaciones están arrasando con cultivos e infraestructura valiosa.
  • Los recursos energéticos están cada día más caros y en declive.
  • Se inician grandes protestas sociales que muchos gobiernos no sabrán o podrán controlar, hecho que influirá en la aparición de nuevas convulsiones. – El colapso económico y financiero será realidad en diferentes países.
  • La gran mayoría de los alimentos y medicinas se están tornando muy caros.
  • Algunas regiones del planeta serán devastadas por las guerras y el cambio climático.
  • El complejo industrial de muchos países colapsará.
  • La posibilidad de acceso a vivienda propia se hará cada vez menor.
  • El desempleo crecerá peligrosamente como nunca antes en la historia.

Estos factores combinados generarán grandes hambrunas en muchas partes del mundo, incluso en naciones ahora ricas.

A manera de conclusión

Como podemos verificar, la mayoría de los problemas que aquí hemos presentado, están asociados al tema ambiental, ecológico. De tal forma que los expertos de diferentes ramas de ecología que intervendrán en la solución de tales problemas aportarán conocimiento y experiencia específica de su campo profesional. De esta manera, es posible abordar de forma integral una problemática ecológica dada, tal y como es el caso de la limitación al acceso del agua dulce.

Estos problemas, ligados a políticas ambientales erradas, serán abordados por los profesionales, formulando hipótesis que expliquen la causa de los diferentes fenómenos y con ello las posibles soluciones.

El éxito de esta misión estará determinado en parte por la capacidad de la humanidad para unirse para hablar un lenguaje común, responder y prepararse para enfrentar estas realidades.

Recordamos que hace 40 años Jonas, profesor de la Universidad de Múnich, se convirtió en el primer filósofo en introducir la idea de responsabilidad de las generaciones actuales respecto a las generaciones futuras. Y lo hizo desde el hecho de que el hombre es el único que posee responsabilidad.

De tal manera que sólo el animal humano puede escoger deliberadamente y en forma consciente, entre varias alternativas de acción; debiendo a la vez considerar que las mismas generan consecuencias.

Este principio establece que preservar la naturaleza implica preservar al ser humano. Por lo tanto, exige que se preserve la condición de existencia de la humanidad; mostrando al mismo tiempo la vulnerabilidad que la acción humana suscita a partir del momento en que él se presenta ante la fragilidad natural de la vida.

En este sentido, sigo esperanzado en que intervenciones como las del ajedrez en la educación moderna, pueden favorecer la aparición de algunos individuos formados como solucionadores de problemas (ecológicos, tecnológicos, financieros y diplomáticos, entre otros), que tanto han retrasado el desarrollo de nuestra sociedad.

Es por esta razón, por su innegable impacto social y por la posibilidad de formar ciudadanos libres, pensadores críticos y útiles a la sociedad como solucionadores de problemas, es por la que enseño ajedrez.

Fuentes y enlaces


Uvencio Blanco Hernández, Venezuela. Comisión Ajedrez y Educación FIDE. Escritor, Investigador, Conferencista, Árbitro Internacional, Organizador Internacional, Entrenador, Profesor de Ajedrez ECU y Lead School Instructor FIDE.