Psicología cognitiva y ajedrez: aportes teóricos y aplicaciones contemporáneas

por Uvencio Blanco Hernández
16/09/2025 – El ajedrez se ha convertido en un laboratorio natural para la investigación cognitiva, proporcionando un entorno rico y controlado para estudiar atención, memoria de trabajo y toma de decisiones bajo presión. Inspirado en el trabajo de Aidan P. Moran sobre la psicología cognitiva en el deporte, este análisis examina cómo la pericia ajedrecística, la gestión de la atención y la imaginación mental pueden optimizar el entrenamiento, abrir nuevas líneas de investigación y profundizar en la comprensión del pensamiento experto. | Imagen: Uvencio Blanco Hernández

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En un artículo anterior (ChessBase, 25.07.2025), informamos que el doctor Aidan P. Moran (1956–2020) «… fue un destacado psicólogo cognitivo irlandés, profesor titular en University College Dublin (UCD), reconocido internacionalmente por su influyente trabajo sobre la atención, la concentración, la imaginación mental (mental imagery) y la pericia en el rendimiento experto —especialmente en deportes, cirugía y música. Hoy, nos aproximaremos a una de sus investigaciones más importantes: Cognitive psychology in sport: Progress and prospects. Psychology of Sport and Exercise, 2009)» Con base en el referido artículo y autor, estableceremos algunas relaciones con la investigación cognitiva en el campo del ajedrez.

Resumen

En las últimas décadas, el ajedrez ha emergido como un laboratorio natural para el estudio de procesos cognitivos complejos como la atención, la anticipación, la toma de decisiones, la memoria de trabajo y la imaginación mental. Este artículo explora cómo el campo de la psicología cognitiva del deporte —tradicionalmente centrado en disciplinas físicas— encuentra en el ajedrez un contexto ideal para avanzar en la comprensión del pensamiento experto. A partir del trabajo seminal de Moran (2009) sobre cognición en el deporte, se analizan tres áreas clave: pericia, atención e imaginación mental, destacando sus implicaciones para el entrenamiento ajedrecístico y la investigación neurocientífica. Se proponen además líneas futuras de trabajo en el marco de enfoques contemporáneos como la cognición corporizada y las tecnologías de medición cognitiva aplicadas al ajedrez.

Introducción

El ajedrez, históricamente valorado por su profundidad estratégica y su carga cultural, ha sido también objeto de creciente interés científico como modelo para estudiar la cognición humana. Mientras la psicología cognitiva clásica priorizaba tareas artificiales y simplificadas, el juego de ajedrez ofrece un entorno rico, estructurado y ecológicamente válido, donde pueden observarse procesos como la planificación, la inhibición de impulsos, la atención sostenida y la toma de decisiones bajo presión.

Este artículo adapta y expande los planteamientos de Moran (2009), quien argumenta que el estudio de atletas expertos —en particular, a través de métodos como el seguimiento ocular y la neuroimagen— ha enriquecido notablemente la comprensión de los mecanismos mentales subyacentes al rendimiento experto. Aquí, proponemos que el ajedrez, como forma de competencia cognitiva, cumple funciones análogas a las disciplinas deportivas de alta demanda motora, con el valor añadido de permitir un análisis más controlado y observable del pensamiento en acción.

1. La pericia ajedrecística: conocimiento, anticipación y economía visual

La diferencia esencial entre un jugador experto y un novato no radica en su velocidad de reacción, sino en su capacidad para reconocer patrones y extraer información significativa del tablero. Estudios de seguimiento ocular han mostrado que los grandes maestros realizan menos fijaciones visuales, pero de mayor duración y dirigidas a zonas críticas de la posición, lo que refleja una organización superior del conocimiento y una percepción guiada por esquemas previos (chunking). Esta «economía visual» permite tomar decisiones complejas en tiempos limitados, reduciendo la carga cognitiva en situaciones de alta presión.

Además, investigaciones como las de Müller et al. (2006) en deportes de pelota, encuentran equivalentes en ajedrez en la anticipación de maniobras del oponente. La experiencia permite al jugador detectar indicios sutiles en el estilo o el patrón de juego del adversario, favoreciendo una toma de decisiones predictiva más eficaz.

2. Atención y rendimiento bajo presión: implicaciones cognitivas

La atención en ajedrez cumple un papel decisivo, especialmente en contextos competitivos donde la presión psicológica puede alterar el curso de la partida. Teorías como la Processing Efficiency Theory (PET) y la más reciente Attentional Control Theory (ACT), postulan que la ansiedad compromete la función inhibidora del sistema ejecutivo central, dificultando la supresión de distracciones internas (rumiaciones, miedo al error) y externas (reacciones del oponente, entorno).

En ajedrez, esto se traduce en errores no forzados, omisión de jugadas defensivas clave o colapsos en posiciones ventajosas. Estudios aplicados han comenzado a explorar cómo algunos factores como la ansiedad competitiva, la preparación emocional o el ritmo de juego afectan la calidad de las decisiones, y sugieren la necesidad de entrenar no solo habilidades técnicas, sino también recursos atencionales y autorregulatorios.

3. Imaginación mental y práctica simbólica en el ajedrez

Una de las habilidades distintivas del ajedrecista experto es su capacidad para representar mentalmente el tablero, anticipar variantes y simular posibles escenarios sin necesidad de mover piezas físicamente. Esta habilidad se conoce como imaginación motora y se apoya en la hipótesis de equivalencia funcional, que sostiene que los procesos neuronales activados durante la visualización mental de una acción son similares a los que se activan durante su ejecución real.

Esta capacidad no solo favorece el cálculo profundo, sino también la práctica simbólica o «entrenamiento mental», especialmente útil durante viajes, periodos de fatiga o convalecencia. No obstante, se ha detectado cierta confusión en la literatura entre tipos de imágenes (visuales vs. cinestésicas) y perspectivas (interna vs. externa), lo cual requiere mayor claridad metodológica al diseñar programas de entrenamiento psicológico para ajedrecistas.

Nuevas direcciones en la psicología cognitiva del ajedrez

La evolución teórica desde modelos computacionales hacia enfoques como la cognición corporizada y la simulación motora abre oportunidades renovadas para integrar cuerpo, emoción y contexto en el estudio del ajedrez. Paralelamente, el uso de tecnologías como el eye-tracking, la neuroimagen funcional y los algoritmos de análisis de partidas automatizados ofrecen nuevas posibilidades para investigar el pensamiento ajedrecístico en tiempo real.

Se sugiere, asimismo, una mayor colaboración interdisciplinaria entre psicólogos, entrenadores, neurocientíficos y pedagogos, con miras a diseñar modelos integrados de entrenamiento cognitivo que consideren no solo la dimensión táctica y estratégica del juego, sino también su componente emocional, perceptivo y metacognitivo.

Importancia

Psicología cognitiva

La relevancia del estudio Cognitive Psychology in Sport: Progress and Prospects de Aidan Moran —y su adaptación al ajedrez— es múltiple y profunda, tanto desde el punto de vista teórico como aplicado. Aquí se sintetiza su relevancia en cinco dimensiones clave:

1. Redefine el ajedrez como laboratorio natural para la cognición humana

Tradicionalmente, la psicología cognitiva ha utilizado tareas simplificadas en laboratorio para estudiar la atención, la memoria o la toma de decisiones. Este estudio demuestra que el ajedrez (al igual que el deporte de élite) ofrece un entorno controlado, pero ecológicamente válido para observar cómo funcionan estos procesos en situaciones reales, complejas y cargadas de presión.

Esto es, legitima el uso del ajedrez como modelo experimental de la mente humana en acción, más allá de un mero juego o entretenimiento.

2. Integra disciplinas tradicionalmente separadas: deporte, neurociencia y cognición

Moran argumenta que la psicología cognitiva del deporte tiene mucho que aportar al campo general de las ciencias cognitivas y la neurociencia. Aplicado al ajedrez, esto implica que el estudio del pensamiento ajedrecístico puede contribuir al desarrollo de modelos más integrales sobre atención, pericia, simulación mental y autorregulación. Esto implica que el estudio impulsa una visión interdisciplinaria donde entrenadores, psicólogos y neurocientíficos trabajan juntos.

3. Consolida el valor de la experiencia y el conocimiento estructurado

El artículo profundiza en cómo los jugadores expertos no se caracterizan por tener reflejos más rápidos, sino por poseer estructuras cognitivas (esquemas y patrones) que les permiten anticipar, planificar y decidir con eficiencia. Esto es importante porque nos ofrece una base teórica sólida para diseñar programas de formación cognitiva en ajedrez, más allá del entrenamiento técnico.

4. Abre el camino a nuevas metodologías de evaluación y entrenamiento

Gracias al uso de tecnologías como el eye-tracking, la imaginería motora, y la neuroimagen funcional, el estudio sugiere nuevas formas de evaluar cómo piensa un ajedrecista en tiempo real, lo que permite una personalización profunda del entrenamiento mental. Significa que promueve el desarrollo de intervenciones psicológicas basadas en evidencia para mejorar el rendimiento bajo presión, la gestión emocional y la concentración.

5. Crítica y mejora la conceptualización del entrenamiento mental

Moran advierte que muchos estudios sobre la práctica mental (mental imagery) están mal diseñados o interpretados, por confundir términos clave (como imagen visual vs. cinestésica, perspectiva interna vs. externa). Esto es crucial para el ajedrez, donde imaginar variantes mentales es parte esencial del juego. Es decir, exige una rigurosidad conceptual y metodológica al aplicar técnicas psicológicas al entrenamiento ajedrecístico.

Conclusión

El ajedrez representa hoy un campo fértil para el estudio de la cognición aplicada. Su estructura formal, combinada con la riqueza emocional y estratégica de la competencia, lo convierte en un terreno ideal para investigar la naturaleza del pensamiento experto. A medida que la psicología cognitiva y la neurociencia avanzan, el ajedrez puede consolidarse no solo como un objeto de estudio, sino también como un medio para cultivar las más elevadas funciones del pensamiento humano.

El estudio presentado ofrece un marco teórico actualizado, sólido y aplicable que redefine al ajedrez como una actividad privilegiada para estudiar la mente humana en acción. Al hacerlo, no solo aporta al conocimiento científico general, sino que también proporciona herramientas prácticas para mejorar el rendimiento, la enseñanza y el aprendizaje del ajedrez en todos sus niveles.

Fuentes

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Uvencio Blanco Hernández, Venezuela. Comisión Ajedrez y Educación FIDE. Escritor, Investigador, Conferencista, Árbitro Internacional, Organizador Internacional, Entrenador, Profesor de Ajedrez ECU y Lead School Instructor FIDE.