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Aunque el dopaje se asocia principalmente con deportes físicos, ha habido investigaciones y debates sobre la posibilidad de dopaje en el ajedrez.
Se ha discutido la dificultad de doparse en el ajedrez debido a la falta de fármacos que mejoren directamente la inteligencia de un jugador. Sin embargo, se ha explorado el concepto de dopaje cognitivo, que se refiere al uso de fármacos para mejorar las funciones cognitivas, aunque no específicamente en el contexto del ajedrez.
Como podemos observar, estos temas reflejan la discusión en torno al dopaje en el ajedrez y sus implicaciones, así como las dificultades particulares asociadas con este deporte mental.
En mi opinión, y como miembro de la Comisión de Ajedrez en la Educación FIDE, estimo necesario advertir que los estudios de Dopaje Deportivo son de vital importancia para profesores, instructores, entrenadores y dirigentes deportivos; en particular, el ajedrez de competición regulado por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), ya que les permiten comprender y abordar de manera efectiva un problema significativo en el ámbito deportivo.
Estos estudios les brindan la capacidad de educar a los estudiantes y atletas sobre los riesgos, consecuencias y ética relacionados con el dopaje, promoviendo así un ambiente deportivo limpio, ético y basado en valores. Además, al estar informados sobre el dopaje, los profesores y entrenadores pueden prevenir su uso, fomentar la integridad en el deporte y contribuir al desarrollo integral de los deportistas, inculcando valores como la superación personal, la competencia justa y el respeto por las normas.
En una primera aproximación podemos afirmar que el dopaje en el ajedrez se refiere al uso de sustancias o métodos prohibidos para mejorar el rendimiento durante la competición.
Aunque el dopaje en el ajedrez ha sido menos discutido que en los deportes físicos, se ha planteado la posibilidad de dopaje electrónico, como el uso de programas informáticos o dispositivos electrónicos para asistir en la toma de decisiones durante las partidas. En el caso del dopaje químico, se ha debatido sobre el posible impacto de estimuladores que actúan sobre las neuronas del cerebro en el rendimiento de los jugadores.
Una segunda definición nos dice que el dopaje farmacológico en el ajedrez se refiere al uso de sustancias o fármacos para mejorar el rendimiento cognitivo o físico de un jugador. Tradicionalmente se ha asociado el dopaje con deportes físicos, se ha planteado la posibilidad de dopaje químico en el ajedrez, incluyendo el uso de sustancias que, eventualmente, podrían mejorar las funciones cognitivas.
Finalmente, entendemos que el dopaje farmacológico en el ajedrez se refiere al uso de sustancias o medicamentos por parte de los jugadores para mejorar su rendimiento cognitivo y mental durante las partidas. A diferencia de los deportes físicos, donde las sustancias dopantes suelen mejorar la fuerza, la resistencia o la velocidad, en el ajedrez el objetivo del dopaje es aumentar la concentración, reducir el estrés, mejorar la memoria y potenciar el tiempo de reacción.
Tengamos en cuenta que, aunque no se ha asociado tradicionalmente al ajedrez con el dopaje químico, se ha señalado que el uso de ciertas sustancias, como el metilfenidato, podría mejorar el rendimiento en un 15% de media.
En general, al hablar de dopaje, nos referimos a la utilización de sustancias o métodos prohibidos por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA): omisión del deber de informar sobre el paradero de los deportistas, omisión de un control por desconocimiento, la negativa de someterse a un control, falta de disponibilidad para los oficiales responsables de los controles, incumplimiento de las instrucciones del personal que realiza los controles, fraude o intento de fraude en un control de dopaje, posesión, tráfico o entrega de sustancias prohibidas a terceros y complicidad o incitación a incumplir la normativa antidopaje. (ChessBase, 21/08/2020).
Aunque tradicionalmente se ha considerado que el dopaje farmacológico no influye en el rendimiento en el ajedrez, se ha planteado la posibilidad de que ciertas sustancias, como el Ritalín, puedan tener efectos en las funciones cognitivas de los jugadores.
También se ha mencionado el modafinilo y el metilfenidato como posibles fármacos que podrían tener efectos en las funciones cognitivas, aunque su uso está sujeto a regulaciones y restricciones. Sin embargo, no hay evidencia concluyente de que estas sustancias se utilicen de manera generalizada en el ajedrez con el fin de mejorar el rendimiento. La detección de estas sustancias en controles antidopaje podría ser parte de las medidas preventivas en competiciones de ajedrez, a pesar de que su uso no se ha generalizado ni ha sido ampliamente documentado.
Repetimos, no se ha demostrado que exista un fármaco que potencie directamente la inteligencia de un jugador de ajedrez y mejore sus resultados deportivos ante jugadores de mayor fuerza.
Algunas de las sustancias que pueden estar implicadas en el dopaje en el ajedrez incluyen:
La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) tiene regulaciones y controles antidopaje para evitar el uso de estas sustancias en competencias oficiales. Estas medidas buscan asegurar la equidad y la integridad del deporte.
A pesar de esto, se ha discutido la dificultad de doparse en el ajedrez debido a la falta de fármacos que mejoren directamente la inteligencia de un jugador. En general, el ajedrez se considera como un deporte en el que no cabe la posibilidad de dopaje, ya que no se ha descubierto ningún fármaco que potencie la inteligencia de un jugador.
En el ajedrez carecemos de una serie de investigaciones que nos permitan comprobar con precisión la existencia de una relación entre sustancias (o métodos) potencialmente dopantes que mejoren el rendimiento deportivo de un ajedrecista. Sin embargo, una de las pocas experiencias con resultados cuantificados y de interés para la comunidad ajedrecística, es la reportada por Paco Roche quien informó que:
El ajedrez asumió el Código Mundial Antidopaje en 1999 como requisito para ser reconocido por el Comité Olímpico Internacional, pero no porque se sospechara que la utilización de fármacos pudiera ser un peligro real. Pero eso podría cambiar tras las revelaciones de un estudio científico publicado por la Universidad Europea de Psicofarmacología, del que se hizo eco esta semana World Chess. El estudio fue elaborado por investigadores de universidades alemanas y de la Universidad de Estocolmo, que contaron con la participación de 39 jugadores. Les suministraron modafinilo, metilfenidato, cafeína o placebo antes de ponerlos a jugar frente al programa informático Fritz 12 en partidas en las que los jugadores tenían 15 minutos y la máquina seis. Se analizaron 3.059 partidas. Los investigadores concluyeron que el uso de modafinilo, un neuroestimulante con propiedades eugeroicas y neuroprotectoras indicado, entre otras cosas, para la narcolepsia, mejoraba el rendimiento en un 15 por ciento de media. También que el metilfenidato, psicoestimulante utilizado en el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad -el producto que usó la gimnasta Simone Biles con autorización-, incrementaba el rendimiento en un 13 por ciento. La cafeína lo hizo en un 9 por ciento. (MARCA, 2017)
El dopaje en el ajedrez plantea desafíos éticos y reglamentarios, y su impacto en el rendimiento de los jugadores es un tema de interés en la comunidad ajedrecística.
La experiencia nos dice que, si existen casos de dopaje en el ajedrez, aunque el enfoque ha estado más en el dopaje electrónico que en el dopaje químico. De hecho, se ha discutido la dificultad de doparse en el ajedrez debido a la falta de fármacos que mejoren directamente la inteligencia de un jugador.
Sin embargo, se ha planteado la posibilidad de dopaje químico con sustancias como el metilfenidato, que podrían mejorar el rendimiento en un 15% de media.
Por su naturaleza, la detección del dopaje farmacológico en el ajedrez puede ser un reto, ya que no existen pruebas específicas para detectar el uso de sustancias que mejoren el rendimiento cognitivo. Sin embargo, se han sugerido controles antidopaje rigurosos en torneos de ajedrez para prevenir el dopaje
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